GUADALUPE RECUPERA UNA RÉPLICA DEL FAMOSO ESCORPIÓN DE HERNÁN CORTES

Antonio Ramiro Chico,

Cronista Oficial de la Puebla y Villa de Guadalupe

El pasado 4 de mayo de 2025 la Asociación Cultural Frente de Afirmación Hispánica del México (FAH) entregó una joya o relicario de un escorpión a Fray Guillermo Cerrato Chamizo, guardián del Real Monasterio en el Camarín, ante la presencia de Santa María de Guadalupe, como recuerdo de aquella joya-relicario que ofreció el mismo Hernán Cortés en 1528.

 


Dentro del propio edículo del Camarín y bajo el escudo del conquistador de Nueva España, el director de la FAH, don Fredo Arias de la Canal, en un acto cargado de simbolismo e historia, recién llegados desde México, quiso ofrecer a Nuestra Señora de Guadalupe,  en nombre de la Asociación que dirige, una réplica del famoso “alacrán” de Hernán Cortés,  cuya joya desapareció en el siglo XIX, bien con motivo de los episodios sufridos en la Guerra de la Independencia[1], o de los hechos acaecidos tras la aplicación de las leyes desamortizadoras de Mendizábal[2], sufridos en Guadalupe.

En dicho acto estuvieron presentes, además, la Directora del Museo de Arte Virreinal de México, doña Alma Moreno, responsable de la fabricación de la joya; la Catedrática de Literatura Hispanoamericana de la Universidad de Cantabria, doña Lourdes Royano; Fray Vidal Rodríguez López, en calidad de Archivero-Bibliotecario del Real Monasterio, así como una decena de miembros de la mencionada Asociación, intelectuales que desde 1967 vienen trabajando por preservar los valores de la Hispanidad.



Esta joya-relicario está realizada en plata de ley por los talleres mexicanos de Emilia Castillo, orfebre de fama internacional. Representa a un escorpión en tamaño mayor, que sin ser réplica fiel del que regalara en 1528 Hernán Cortés, en su interior actúa igualmente como relicario, conteniendo disecado uno de dichos arácnidos. Su posición natural es de ataque y se alza sobre medio óvalo invertido, también realizado en plaza, en cuya circunferencia se han incrustado 43 piedras de jaspe verde que quieren recordar la edad que Cortés tenía cuando recibió la picadura.

Según informaron los responsables de FAH se han hecho otras dos copias en tamaño menor de dicha joya, las cuales han sido depositadas en el Museo de Arte Virreinal de México y en la Casa Cultural “Fredo Arias de la Canal”, en Potes (Cantabria).

La noche triste para Hernán Cortés no fue la de Tenochtitlan sino la del estado de Morelos, ahora municipio de Yautepec, donde recibió la picadura de un alacrán (Centruroides limpidus) en sus campos de morales, cuyo veneno le provocó un fuerte malestar poniendo en riesgo su propia vida, de ahí que se encomendase a la Virgen de Guadalupe, por la que sentía gran devoción, pidiéndola que intercediera por su vida. Gracias a la intervención de curanderos indígenas y a la protección de Nuestra Señora, Cortés cumplió su promesa de visitar su Santuario, cosa que hizo el día 5 de junio de 1528[3], trayéndola un  exvoto en forma de escorpión u otra sabandija, tal como se puede apreciar en el Catálogo de las Joyas de la Virgen, confeccionado en 1778 por el monje jerónimo, Fray Cosme de Barcelona, códice 83 del Archivo del Monasterio de Guadalupe, y que gracias a esta reproducción artística podemos hoy conocer, a pesar de su desaparición,  una de las primeras piezas de orfebrería hecha en los talleres de Nueva España en oro con esmaltes de varios colores y 43 esmeraldas.


 

“El Marqués del Valle de Guaxaca, en las Indias de la Nueva España, Don Hernán Cortés, Capitán General de la Nueva España, vino de las Indias a visitar a esta Santa Casa el año de 1528, y ofreció a Nuestra Señora un rico alacrán de oro, hechos de manos de indios y tiene unas esmeraldas de mucho valor y ofreció otras cosas de plumas hechas, que están en la Sacristía”[4].



[1] GONZÁLEZ PLAZA, F. “Episodios de la Guerra de la Independencia en Guadalupe”, en Revista Guadalupe, 34 (1908), pp.262-265. O

[2] RAMIRO CHICO, Antonio. “El Monasterio de Guadalupe: De Real Santuario a despojo nacional (1808-1835)”, en La desamortización: El expolio del patrimonio artístico y cultural de la Iglesia en España. San Lorenzo del Escorial. 2007, pp. 655-680.

[3] MARTÍNEZ MARTÍNEZ, Mª del Carmen. “Cartas Privadas de Hernán Cortés al Licenciado Núñez”, en Anales del Museo de América 12 (2004), p. 86.

[4] A.M.G. Códice 90. Libro de Capellanías, lámparas y bienhechores. Año 1664, fol. 51 r.





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